martes, 15 de noviembre de 2011

Mi domingo por la tarde.

Tumbada en la cama un domingo por la tarde. He quitado los peluches y los he dejado en un sillón que me regalaron mis padres por mi cumpleaños. Quiero escribir pero no se me ocurre nada...

Malditas sean las ciudades pequeñas. No digo que odie Teruel, sólo que odio que la ciudad esté tan inactiva a estas horas. Me calzo mis zapatillas de andar por casa y me bajo a la cocina a por algo de zumo y a hacerme una bolsa de palomitas. Lástima que no viva el señor de Quevedo, porque me gustaría preguntarle cómo demonios hacía para invocar a las musas.

Regreso a mi alcoba, y nada. Ni el zumo, ni las palomitas, ni la música de Mecano en la minicadena consiguen atraerlas. Cambio el disco a otro de La Unión. ¡Tampoco! Me voy a dar una vuelta entre los mudos y fríos edificios de la ciudad de los Amantes con mi perra, a ver si entre los tirones que me da ella se me ocurre alguna idea.


3 comentarios:

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Yo encuentro (o encontraba) a las musas fácilmente dentro de una botella de whisky. No es un método muy recomendable, y a veces es incluso peligrosamente indiscreto, pero oye, se llegan a escribir unas cosas que...

Sr.Andreo dijo...

Yo si que debería de ponerme a escribir algo D: mucha imaginación, mucha imaginación, pero pocas palabras.
Incluso usando mis mejores armas, las musas me aparecen bajo las piedras, imagínate x'D pero el método Leo Whisky tampoco esta mal, debería de probarlo :D

Unknown dijo...

Hay días que no se esta inspirado y ni la buena música pone remedio a ello.
¿Mi consejo?
Ese día que no se te ocurra nada es mejor que no escribas ni una sola línea. Una gran historia se puede ir al garete.
La inspiración y las buenas ideas son así, vienen cuando vienen y en el momento que quieren. El caso es que cuando vengan cojas boli y papel y apuntes.
Te dejo mi blog por si quieres echarle un vistazo
http://lizzydreamsevarush.blogspot.com.es