¡Malditos seres! Sois una molestia, sobre todo en verano. ¿Por qué no paráis de revolotear a mi alrededor? Sois peores que el metro en hora punta. No me disteis tregua ni cuando tenía el pie vendado y lo tenía que tener en alto, ¡directas a la herida cual microbio infeccioso! Incluso ahora que me veis escribiendo, venís a molestar. ¿Acaso os causa risión mis desesperados movimientos de mano para espantaros?
Os digo una cosa... ¡A molestar a vuestra madre!

No hay comentarios:
Publicar un comentario