viernes, 2 de diciembre de 2011

Carretera.


Voy por la típica carretera secundaria en mitad de un atardecer manchego conduciendo un Wolkswagen T1 (para entendernos, la furgoneta hippie), escuchando Heartshaped Box de Nirvana. Voy vestida con una camiseta de tirantes negra, y, sobre ella, una camiseta de manga corta a cuadros, y apoyando el brazo izquierdo en la ventanilla (de donde recibo el único aire, caricia fresca y suave que siento en la cara) en una pose bastante relajada, como si nadie ni nada me turbara en mi única tarea de conducir en un viaje Dios sabe hacia dónde.. El cielo es rojo y los campos dorados cual pepita de oro del Potosí.

Me siento libre y feliz conduciendo así.



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